martes, 15 de septiembre de 2009

Fugaz

Fríos, como el suspiro de un ángel,
sus dos ojos, fríos, como una noche en el desierto.
Y sobre mis hombros, frios, dos eclipses lunares,
el inombrable verbo del infinito.

Reconozco la chispa del deseo, pero no puedo entregarme al gigantesco mar de asombro
que se abre ante mí misma.
Es demasiado pronto para el mundo de los sueños.

La línea de tus labios, el haz que traza tu espalda,
se borrarán sin remedio,
se irán las palabras, todo lo pronunciable,
y lo fugaz.
Se irán tan veloces como el nombrar de un te quiero.

Pero oye, he memorizado tu sonrisa...
Intacta en mi cabeza.
La mejor fotografía jamás revelada.
Y he guardado en mi cabeza el tesoro de tus ojos,
del más allá de tu mirada.

Para siempre...

Porque fría quedará tu imagen, helada,
al final del baúl de una vida entera.
Fría tus sonrisas, frías tus manos,
frío... el mismo cálido negro de tu figura.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Sin más palabras

Quizás intente olvidar las reglas del juego,
y perderme en las prohibidas curvas de tu cuerpo.
Quizás ignore que tus labios queman,
que tus manos no sigen direcciones preescritas.
Quizás sea una suicida buscando tus suspiros.

Pero aquí me ves, y puedo jurarte
que mis intenciones no tienen un ápice de limpias,
que quiero cortar esta tensión de la forma
más salvaje que puedas imaginar.
Quiero no arrepentirme de haberte dejado escapar
otra vez más.