sábado, 26 de diciembre de 2009

Recuerdos vivos

...Y me quedo con el roce. De guardarme en el bolsillo los ahoras infinitos...





Y de pronto, soltó la baqueta.
Y de pronto, silenció la música, y silenció los segundos
con el sonido seco de la madera al tocar el suelo.
Enamorado de aquella imagen entre el público.

Y tiemblan los ventanales con sus filigramas,
del húmedo deseo que atraganta las notas sostenidas,
y el vuelo danzante de los compases descontrolados.
Diluvian recuerdos en el jardín de las palabras.

El sonido ronco de la madera, y el asombro
entre la gente. Y su cuerpo es el pentagrama,
y sus palabras la sonata. Y su musa,
su musa se perfila ante el rojo aterciopelado de los asientos.


VIVO DE TI, vivo de la visión nocturna, del completo que crea tu existencia. De las metáforas en La menor que desprenden tus labios. Vivo de un piano pausado cuando te encuentro. Y del loco juego de buscarte entre las sombras, cuando no estás. Vivo de coser en mi piel tu presente.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Nothing else

Se encienden las farolas, y veo a mi angel,
agachado, escribiendo versos bajo las alas mojadas,
sobre la acera mojada. Disfrazado de niebla.
Vapor de olvido.
Para cantar nanas entre las cortinas,
y recojer los restos de cristal que cayeron de su alma,
rota escaleras abajo.
Aprieta el bolígrafo. Hasta sentir la tinta en las muñecas.
El paisaje del recuerdo en tonos oscuros
sobre su pecho. Río de lágrimas, y el color,
en el asfaltado lienzo del presente.

...Y nada importa.

martes, 15 de diciembre de 2009

Pensando en ti

Tengo exáctamente 4:47 minutos para escribir esto,
4 minutos para recordar, para hundirme en el pasado.
El tiempo justo para dejar caer la lágrima y revivir.
Pensando en tí...
Y aun se me escapa el alma al escuchar,
y me pregunto, por primera vez,
¿Qué hubiera pasado si cambiaran nuestras elecciones?
Y qué, si el mar hubiera arrollado con todo
hasta romper la presa de las emociones.
A veces, mirar al pasado, escucece.
Dedicar palabras al viento. Soñar despierta que no han pasado las horas.
Soñar, soñar, soñar. Tú fuiste la primera persona
que me enseñó ese significado.
Me diste las ganas de romper los hilos. Y los rompí.
Y aunque no lo creas, escapé...

Pero ha pasado el tiempo.
Y prefiero que quedes en mis recuerdos.
En el final de este baúl, en tu hogar.

martes, 8 de diciembre de 2009

¿Sabes a lo que me refiero?
Cuando miras por la ventana, y ves como se alejan las nubes. Y te sientes separarte de tu propio cuerpo.
¿Sabes lo que susurro cuando mis pensamientos se vuelven indescifrables hasta para mi misma?

¿Comprenderías si te dijera que mi sino es repetir incesantemente un nombre hasta el eclipse del delirio? ¿Sabrías entender esta locura maniatada? ¿Sabrías amarla?

¿Me dejarías mirarme, mientras veo como me desdoblo, al otro lado del piano? ¿Como intento rozar el sabor de los sonidos con la punta de mi lengua?

Ojalá entendieras que tengo necesidad de frío, que necesito que se apodere de mí, y sentir la gigantesca manta del momento rodeandome. Cerrar los ojos y escuchar los suspiros del aire. Amar el segundo, la hora. Vivir este continuo infinito arder del alma.