sábado, 28 de noviembre de 2009

¿Un nombre?

Ansiedad.

Esta constante disputa contra mi misma,
en la que nunca salgo ganando.

La espada y la pared, afiladas por igual.

Y una canción como escudo, y cruzar los dedos hasta que duela.

Aguantar la respiración y lanzarme contra las sombras.


Eso me dice mi cabeza, que soy yo, o ellas.

sábado, 21 de noviembre de 2009

Los espacios en blanco, las comas, los silencios, pausa entre calada y calada.
Se me atascan tantos y tantos conceptos, y siento las palabras entre los dientes, en el paladar.
La ansiedad que produce el estallido del alma.
Cierro los ojos, me enamoro de este ligero mareo. Y al otro lado de la calle sonrie una niña.
Con eso me basta, y me meto en las sábanas buscando otra vida.

Sueño con aquello que se queda en la puerta, le animo a salir al exterior...

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Salvaje


Quiero abrirme en dos,
sentir el rugido subir por mi garganta,
que no queden testigos,
sentir a la bestia rasgar las sábanas.
Quiero el aliento de los hechos,
en mi nuca, el sonido sangrante de la bala.

Quuiero perder los iconos y las relacciones,
INcomprenderme,
INcontrolarme,
ser el estado puro del INdominio.
Quiero, salvajemente,
Volver,
Encontrarme.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Perdiendo los contornos.

Es complicado intentar explicar algo demasiado real con palabras abstractas. Que hay veces en las que los acontecimientos nos hablan demasiado ALTO, y demasiado CLARO, creo que no tiene otra forma de explicación.

A veces profundizamos en nuestra propia vida, en nuestro propio ser, por llamarlo de alguna forma, e intentamos medir, de alguna manera, el nivel de calidad que estamos tratando hasta el momento. Creo que algo en mi ha hablado al sentir esto, en forma de frustración, al mirar el medidor, y darme cuenta de que falta algo, de que podría exigirme más. Más vida. Más ganas de perder el equilibrio. Más fuego en mis arterias. MÁS yo.

Hace poco elegí una nueva vida, nuevos enfoques. Primero jugué, y jugué hasta el punto de hacerla cierta. Y sonreía. Elegí eso, y eso obtuve.

Supongo que esa es la mágia del ser humano. Sabemos llegar a las metas aunque nos guste jugar a que lo hemos olvidado.



Pero ahora algo vuelve a hablar, y a ponerme a prueba.










¿Hora de rozar el límite?

















Y mi último poema... sí, volviendo un poco a los orígenes.








Me arranqué por un beso tuyo, por tu tacto,
me comprimí en un vacío, por tus huellas,
perdí la vista, perdí la noción del espacio.
Por tu aliento, he tumbado dioses.

He creado universos, los dejé en tu ventana,
grité hasta que me escuchaste entre mil rostros,
entre mil garras, mil fuegos,
grité hasta sentir tus ojos en mi alma.

Y solo me queda este verso, este trapo sucio,
para demostrarme que me quisiste,
SOLO me quedan palabras, solo me queda mirar
la perfección en el horizonte,
la perfección que ayer tenía entre mis dedos.

sábado, 14 de noviembre de 2009

A LOS LIBERTINOS

Voluptuosos de todas las edades y de todos los sexos, es sólo a vosotros a quienes va dedicado este libro: nutríos de sus principios, que favorecen a vuestras pasiones; esas pasiones con las que fríos y anodinos moralistas os espantan, y que no son sino los medios que la naturaleza utiliza para que el hombre logre comprender los designios que ella ha trazado con respecto a él. Obedeced solamente a esas deliciosas pasiones, cuyo órgano es el único que os ha de conducir a la felicidad.
Mujeres lujuriosas, que la voluptuosa Saint-Ange sea vuestro modelo; despreciad, siguiendo su ejemplo, todo lo que sea contrario a las divinas leyes del placer a las que se encadenó por el resto de su vida.
Jóvenes reprimidas durante mucho tiempo por los absurdos y peligrosos lazos de una ilusa virtud y de una religión repulsiva, imitad a la ardiente Eugenia; destruid, pisotead con la misma rapidez que ella todos esos ridículos principios inculcados por unos padres imbéciles.
Y vosotros, amables libertinos, que desde vuestra juventud no tenéis otros fenos que vuestros deseos ni más leyes que vuestros caprichos, que el cínico Dolmancé os sirva de ejemplo; id tan lejos como él si queréis recorrer todos los caminos de flores que la lascivia os tiene reservados. Convenceos, a la luz de sus enseñanzas, de que sólo ampliando la esfera de sus gustos y de sus fantasías , y sacrificándolo todo a la voluptuosidad, es como el desgraciado individuo que se denomina hombre, arrojado a este triste mundo a pesar suyo, puede llegar a sembrar algunas rosas sobre las espinas de la vida.





Introducción de Filosofía en el tocador, Marqués de Sade

lunes, 9 de noviembre de 2009

Y me pierdo en los colores, en las formas, en los sonidos...







.Y
Qué
Delicia.

:)