domingo, 14 de febrero de 2010

Dos poesías



"Hay una poesía magnífica y sonora; una poesía hija de la
meditación y el arte, que se engalana con todas las pompas de la
lengua, que se mueve con una cadenciosa majestad, habla de la
imaginación, completa sus cuadros y la conduce a su antojo por un
sendero desconocido, seduciéndola con su armonía y hermosura.
Hay otra natural, breve, seca, que brota del alma como una chispa
eléctrica, que hiere el sentimiento con una palabra y huye, y
desnuda de artificio, desembarazada dentro de una forma libre,
despierta, con una que las toca, las mil ideas que duermen en el
océano sin fondo de la fantasía.
La primera tiene un valor dado: es la poesía de todo el mundo. La
segunda carece de medida absoluta; adquiere las proporciones de
la imaginación que impresiona: puede llamarse la poesía de los
poetas.
La primera es una melodía que nace, se desarrolla, acaba y se
desvanece. La segunda es un acorde que se arranca de una arpa
y se quedan las cuerdas vibrando con un sonido armonioso (...)
La una es fruto divino de la unión del arte y la fantasía. La otra es
la centella inflamada que brota del choque del sentimiento y la
pasión."

Bécquer.

1 comentario:

Salva dijo...

Oh, Gustavo Adolfo :)