miércoles, 17 de marzo de 2010

Los ojos negros que trae el desierto...

Los ojos negros que trajo el desierto,
me hacen olvidar la humedad de este pozo.
Los ojos negros que trajo el desierto,
hablan de fuegos que queman dentro
y oraciones sobre el séptimo cielo.

Los ojos negros que duermen son letargo
y sus voces son consuelo, el frío
que estremece las dunas. Ellos,
los ojos negros que surcan,
sinuosos como la dura serpiente,
los mares de arena, las rocas agrietadas,
y los ecos milenarios.

Y se presentan como espejismos,
los ojos negros que trajo el desierto.
Llegan con el sonido de los cascabeles,
y el olor del azafrán.
Con el aroma del pieles oscuras que susurran
eternidades, tinta y cuero.
De una historia construida en piedra
y cristales preciosos, bajo la sombra
de los roncos escombros de Babel.

Los ojos negros que trae el desierto
arropan con sábanas que huelen a noche,
que ondean el vuelo del cóndor, la lentitud
de la bestia que sella el mapa fugaz hacia el oasis.

Es delicia muda, y semblante escrito,
los ojos negros que trae el desierto.
Dagas de plata, fuego, y redención.

martes, 16 de marzo de 2010

La guerra empieza nublada de ansiedad.
Cuando sujeto el arma entre mis manos,
temblando.
Cuando me confunde el sonido de una voz.
Y no consigo volver a la realidad
que es tu ignorancia. Que no te conozco.

Entonces tengo dos objetivos, como dos seres
insustanciales en estéreo, sobre mis hombros.
O tu u yo, desconocida, me gritan al unisono.

Se que parezco ridícula, pero ya ha empezado la guerra.
Y lamento decirte que esta sonrisa
ya solo habla de demencia.

Una locura jodidamente real.

domingo, 14 de marzo de 2010

Odio esta sensación.
El tambaleo que produce el roce de la palabra
que no acierta, el despiste de las emociones.
El parón, la incógnita en el aire que se escapa.
El aire, el oxígeno... llenar los pulmones
de sensaciones que salen en blanco.

Ojalá pudiera llamar suicidio a cada poema.
Que es su verdadero significado.
Y lanzar testamentos como si fuera confeti,
como si me vaciara.
Y no me importara el color de los ojos del que lee
al otro lado, ni el color del alma.

Pero no puedo dar el paso, no puedo romper
el molde, decir el todo en tres estrofas,
morir con el barco, escuchar el sonido de la recámara
en mi sien, y dejar que todo el contenido se diluya
antes que yo.

Me queda navegar entre túes difuminados,
terminar otro poema, cerrar los ojos
con el significado aun ardiendo dentro
y las palabras escondiéndose en mis poros.

Y dormir como cura a este fuego.
Dormir.

sábado, 13 de marzo de 2010

Angela intentaba construir un castillo, de humo y palabras. Intentaba de verdad darle una forma eterna a sus sentimientos.
Y allí, sentada enfrente del monumento que había escondido dentro.
Allí, sintió la fuerza que había evitado todo este tiempo.
La verdad de las palabras.
De Dentro de las palabras.

martes, 9 de marzo de 2010

Conceptismo:
Intento de concentrar el pensamiento,
en muy pocas palabras.



Y yo te digo TODO.
Para no dejarme NADA en el arcón de mi pecho.

Este verso es la linea que separa poesía y locura.
TODO y NADA.
Con el pretexto del pánico al mañana.

domingo, 7 de marzo de 2010

Lobo

Los aullidos huyen del norte.
Y de ti.
Los aullidos son la huella del lobo
que se niega a si mismo.

Pero el lobo no es de hielo,
no es el norte.
Y no soporta más tiempo este autismo.

Por eso el lobo quiere romper
la coraza de bronce.