jueves, 16 de julio de 2009

Sensación de vértigo

No se en qué momento trepé a este edificio,
ni en qué escalón dejé de mirar hacía abajo.

Y no es que nunca me arrepienta. Y no es que nunca lo haya intentado...

Vi a aquella mujer que se alejaba con sus tacones negros,
y no fui capaz de sujetar su hombro
y decirle que ya estaba en ella.

No fui capaz de abrazar en silencio aquel poeta callejero.

20 pisos por encima de mis principios,
qué elegante forma de llamar al suicidio,
20 pisos en el edificio de mi vida,
descendiendo a toda velocidad.

Anudadas las neuronas,
anuladas las pasiones,
canciones que forman metas,
que fui perdiendo como monedas
por estos escalones.

¿Por qué gritais, si nadie escucha?
¿Por qué nunca intentasteis escuchar...?

Y aguanto las arcadas, esta maldita sensación de vértigo.
En susurros se escucha el mayor de los lamentos,
aquí, dentro de tu cabeza.

No me arrepiento de estar en lo alto del edificio, sea cual sea el camino siguiente.
Sonrie, Ángela... nadie está mirando.
No hay víctimas en este teatro,
no, nadie está consciente.

1 comentario:

Salva dijo...

De las últimas cosas que te he leído es de lo que más me gusta (Muack!).