miércoles, 5 de mayo de 2010

Y qué descuido más dulce
es el encontrarme recordándote.
Qué dulce, y qué extraño
es intentar buscar en ti
ese exotismo que intenta envolverme.
Que necesito como protección.

El poeta es el recién nacido
en este mundo extraño e incomprensible.
Y necesita del misterio,
de las manos que le sujeten
para recordar...
que no todo es frío,
ni soledad.

A pesar de esta incertidumbre
que no deja de crecer.

Y, qué dulce descuido,
que me encuentre curioseando en tu mirada
como si fuera el único suelo firme,
como si tu serenidad pudiera,
de verdad, arrancarme
los miedos del pecho.

Y el miedo que provoca
el no quereme sola
después de tus ojos,
el miedo a que tu música
me devuelva pedazos de humanidad.

4 comentarios:

Salva dijo...

Me gusta.

Muy diferente a tu estilo habitual.

Elurofobia dijo...

"que me encuentre curioseando en tu mirada
como si fuera el único suelo firme"

Me encantó .Saludos poeta blogger ;)

El Poeta J.O.D. dijo...

Y el miedo que provoca
el no quereme sola
después de tus ojos,
el miedo a que tu música
me devuelva pedazos de humanidad.


Ayyy que placer leer esas palabras tuyas. Muy tuyas. Arrancar el miedo y regresar a ser completa, Que bellas y poderosas palabras.

Un fuerte abrazo dama, gracias por poner este escrito. Te cuidas bien.

Mao dijo...

........pfff.... =_)