domingo, 8 de agosto de 2010

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Escucho los reflejos del calor con los ojos cerrados, descuido el final de este verso para no romper la línea. El cristal se alarga ante mis ojos, es la caricia de la quietud. Correspondo el impulso para sentirme alada. Dejo de pensar mientras permanezco en la estabilidad de las corrientes de aire. El paladar se queda vacío de sensaciones. Mecerme en lo vacío como si no existieran los límites, los muros, la piel y el idioma. El líquido amniótico es un silencio salpicado de tímidas notas vibrando a mi alrededor, notas que son luciérnagas. Surcos que colorean el ambiente. Comprendo la posibilidad de ser ilimitada, soy la posibilidad mientras amanece con los colores nublados. La paz es nieve cayendo sobre las viviendas, es una nieve templada, invisible y espesa como una sábana. Dentro se refugian y buscan el sentido a la idea de frío. Yo... yo he perdido el concepto de espacio. Me comprimo en una onda, en su sonido... y sin darme cuenta me expando. Desaparezco para abarcar el mundo entero.

3 comentarios:

Mao dijo...

"Comprendo la posibilidad de ser ilimitada, soy la posibilidad mientras amanece con los colores nublados. "

Qué delicia....

Anjira dijo...

=)

Salva dijo...

Deberías practicar la prosa más a menudo!