jueves, 28 de octubre de 2010

A través de la ventana un universo se expande indefinidamente, se expande como la música. A través de la ventana un universo nublado accidentalmente, observa a una persona que lleva mi nombre y sufre la fugacidad de la inspiración, desgastándose en la continuidad del parpadeo del puntero. Y el universo y el personaje, que lleva mi nombre plasmado en un Yo borroso, dejan a un Dalí idealizado derretir palabras en la palma de la mano del Yo. El suelo se llena de tinta negra, gris, blanca; el parqué se empapa de olvido y el universo parece tener miedo a la inmensidad. El universo se siente como náufrago rodeado de agua que es agua en el parqué del Yo, que observa su rostro en el charco incoloro de la inspiración.


Música se convierte en universo, cargando la mañana nublada de un contrapunto insostenible desde los cuatro costados del espacio. El vanguardismo tormentoso desfila a través de la ventana, aísla la soledad del universo. Observa al escritor que, ojos sumergidos, deja de encontrar sentido a su nombre.

1 comentario:

Salva dijo...

Me encanta la referencia a Dalí como si fuera un eje sobre el que se sostiene el universo en expansión :)