jueves, 1 de diciembre de 2011

Ya no entiendo el universo
si no estoy formada por nudos que me silencien,
ni vea próxima la sangre sin herida.
Sin el cigarro abrazando al poema
con la elegante sensualidad
del humo gris.
No tiento a los versos que me elevan
cuando huelen a podrido,
ni escondo con la sonrisa fotográfica
todas las torturas que habitan la palabra.
Ironía es el homenaje de esta pesadilla,
o la investidura de la tristeza.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pf :) es que ya no sé ni qué comentarte... Me dejas sin palabras