miércoles, 17 de marzo de 2010

Los ojos negros que trae el desierto...

Los ojos negros que trajo el desierto,
me hacen olvidar la humedad de este pozo.
Los ojos negros que trajo el desierto,
hablan de fuegos que queman dentro
y oraciones sobre el séptimo cielo.

Los ojos negros que duermen son letargo
y sus voces son consuelo, el frío
que estremece las dunas. Ellos,
los ojos negros que surcan,
sinuosos como la dura serpiente,
los mares de arena, las rocas agrietadas,
y los ecos milenarios.

Y se presentan como espejismos,
los ojos negros que trajo el desierto.
Llegan con el sonido de los cascabeles,
y el olor del azafrán.
Con el aroma del pieles oscuras que susurran
eternidades, tinta y cuero.
De una historia construida en piedra
y cristales preciosos, bajo la sombra
de los roncos escombros de Babel.

Los ojos negros que trae el desierto
arropan con sábanas que huelen a noche,
que ondean el vuelo del cóndor, la lentitud
de la bestia que sella el mapa fugaz hacia el oasis.

Es delicia muda, y semblante escrito,
los ojos negros que trae el desierto.
Dagas de plata, fuego, y redención.

2 comentarios:

Salva dijo...

Qué bien escrito :)

ALA_STRANGE dijo...

los ojos negros y el desierto de amor


excelente

besos